Recoge un fragmento del territorio olivarero de las Campiñas de Jaén, representativo del más genuino mar de olivos. Paisaje generado desde el siglo XVIII, refleja los valores paisajísticos del monocultivo, el espacio que ha adquirido la imagen icónica del olivar y la identidad andaluza. Con la completa especialización en el olivar, se puede hablar de uno de los paisajes más homogéneos y representativos del olivar andaluz.
La excepcionalidad paisajística de Los paisajes del olivar en Andalucía, se plasma en grandes extensiones de olivos, dispuestos de forma de malla ordenada y continua, sobre valles, campiñas, colinas o montañas. Un paisaje que rememora un mar de olivos e impone un excepcional ritmo visual, de una belleza serena, multiplicándose en un efecto de inmenso tapiz con la armonía de un paisaje ordenado y sin límites.
En las CAMPIÑAS DE JAÉN es donde mejor se puede percibir y sentir este paisaje. Se ha delimitado una zona, de forma cuadrangular, a modo de pixel característico de una trama, comprendido entre sendas cuencas de arroyos que tributan al Guadalquivir, la autovía A-4 y la carretera A-306. Una vía diagonal, entre Andújar y Porcuna, recorre transversalmente la zona propuesta. Territorio de campiña y paisaje rural muy antropizado con presencia de numerosos núcleos de población y continuo cultivo de olivar. Área paisajística de campiñas alomadas, acolinadas y sobre cerros; espacio que se extiende al sur del Guadalquivir y de Sierra Morena. Las suaves ondulaciones y pequeñas lomas campiñesas sobre las que se sitúan los núcleos de población (Arjona, Arjonilla, Lopera y Porcuna), marcan un movimiento de corta longitud de onda, que enfatiza visualmente el juego de mallas olivareras, formadas por olivos centenarios de varios pies y frondosas copas de hojas verdes y plateadas, con amplios marcos de plantación en torno a los 10×10 metros. Las líneas paisajísticas se quiebran, los planos visuales se superponen y se van perfilando los diferentes rasgos que pueden ser percibidos. La influencia de las condiciones ambientales y climáticas favorece la aparición de brumas y otros efectos atmosféricos que provocan una cierta ilusión óptica, de irrealidad contrastada con las sucesivas retículas de olivos ordenados. Esa misma malla se refleja en el parcelario histórico, de superficies algo más reducidas (entre entre 3.000 y 8.000 m2) en torno a los núcleos de población, situados en las cotas más altas de las pequeñas lomas que conforman el territorio, lo que les proporciona una mayor visibilidad desde los mismos. La ausencia de edificaciones olivareras es otra característica de este paisaje, dado que la malla de núcleos de población, situados a una distancia de entre 8 y 10 km unos de otros, permite localizar en sus inmediaciones los molinos o almazaras.
CAMPIÑAS DE JAÉN
Parcelario histórico y especialización olivarera
La totalidad de los suelos agrícolas destinados al cultivo del olivar, cultivo permanente que está asociado a un parcelario de pequeñas y medianas dimensiones que refleja las alineaciones originales de las plantaciones.
Elementos representativos del VUE
