Fotos San Ignacio y Soledad
Fotos San Ignacio y Soledad

Este ámbito recoge ocho enclaves diferentes, paisajes asociados a otras tantas haciendas de carácter histórico y monumental, representativas de medianas y grandes explotaciones a las que dio lugar el olivar para el comercio americano, de época colonial e ilustrada, en muchos casos apoyadas sobre restos de explotaciones previas que se remontan hasta la época romana.  Desde el puerto de indias hispalense se exportó la cultura y la planta del olivo a todos aquellos ámbitos geográficos americanos que reproducen las condiciones climáticas mediterráneas, donde también se proyectó la arquitectura rural en las haciendas y quintas americanas y el modelo de explotación agropecuaria. Estas haciendas reflejan diferentes características y tamaños según las épocas significativas de sus monumentales arquitecturas. Hoy día conservan una elevada autenticidad e integridad manteniendo plenamente su actividad.

El legado patrimonial excepcional generado por el olivar y la producción de aceite de oliva en Andalucía a lo largo de su historia, se puede ilustrar a partir de las muestras más significativas que componen un relato completo de tipologías arquitectónicas, acompasadas a los ciclos históricos y a las clases sociales impulsoras[1]. La máxima expresión, por su amplia cronología y su singularidad constructiva y ornamental, se da en las HACIENDAS OLIVARERAS, grandes explotaciones olivareras que se concentran en el entorno de la ciudad de Sevilla, especialmente en el Aljarafe y en las terrazas del Guadalquivir, ya desde época romana (villae). Muchas de ellas tendrán una continuidad posterior como alquerías árabes y heredades bajomedievales y, especialmente, en época moderna y contemporánea, cuando la hacienda singulariza un excepcional conjunto de edificaciones de carácter monumental que configuran el tipo de construcción vinculada al hábitat rural más singular y característico del olivar andaluz. Su mayor difusión se produce durante los siglos XVI al XVIII,en el contexto que se origina con el descubrimiento de América y la consolidación de un nuevo y creciente mercado que dará lugar al florecimiento del olivar en el entorno de Sevilla y Cádiz, en las campiñas bajas del Guadalquivir.

Se trata de grandes explotaciones agroindustriales tradicionales dedicadas al cultivo del olivo y a la elaboración de aceite. Ligadas a circuitos comerciales de productos agrarios, suelen presentar, junto al olivar, otros aprovechamientos simultáneos (viña, cereales, ganado…). Con superficies medias entre las 80 y 180 ha y notables edificios con molinos, lagares y otras instalaciones. Los regímenes de propiedad y tenencia, el carácter más o menos extensivo o intensivo del cultivo y otros factores de las explotaciones tradicionales han generado distintos patrones territoriales.

Actualmente se conservan más de 200 haciendas olivareras de interés patrimonial en la provincia de Sevilla y Cádiz, con respecto a las 279 contabilizadas de Andalucía, concentrándose más de 150 en los municipios situados en el Bajo Guadalquivir, entorno de Sevilla, primer puerto de Indias hasta 1785, y de Cádiz, a partir de entonces. La escala que representan los paisajes olivareros de las haciendas monumentales está asociada a la unidad de explotación, generalmente una gran explotación agropecuaria, expresivo de arquitecturas excepcionales y del latifundio. Pues sin duda, las haciendas de olivar son ejemplos significativos que han dado lugar a paisajes propios.

Se pueden distinguir tres etapas en la evolución y difusión de las haciendas:

Primeras haciendas e impulso del comercio americano. Siglos XVI y XVII. La importancia del comercio de Sevilla con América. Esta situación dará lugar a que la ciudad de Sevilla aglutine la llegada de comerciantes desde Europa y América.

Expansión de las haciendas y especialización olivarera. Siglos XVIII y XIX. El incremento de la demanda aceitera desde mediados del siglo XVIII, y siglo XIX hasta extremos no conocidos con anterioridad, darán lugar al aumento del tamaño de las explotaciones y de los edificios en sí, proliferando múltiples haciendas en la corona metropolitana de Sevilla y en el término de Carmona.

Renovación y modernización de las haciendas existentes. 3t XIX y 1t XX. Se asiste a una paulatina modernización, especialmente respecto a las instalaciones aceiteras, produciéndose la sustitución de los molinos preindustriales de viga por los industriales. Las haciendas seleccionadas, con residencia y molino, representan estas tres etapas, conservan un elevado grado de integridad y autenticidad y siguen manteniendo la actividad ligada al olivar. Hacienda Tavera (Carmona), Hacienda Los Molinos de Maestre (Dos Hermanas), Hacienda San Ignacio de Torrequemada (Gelves), Hacienda Guzmán (La Rinconada); Hacienda La Soledad (Alcalá de Guadaíra), Hacienda La Buzona (Carmona), en la provincia de Sevilla, Hacienda Faín (Arcos de la Frontera) y Hacienda-cortijo La Jara (Jerez de la Frontera), en la provincia de Cádiz.

HACIENDAS DE SEVILLA Y CÁDIZ

Elementos representativos del VUE

Hacienda de Tavera (Carmona, Sevilla)


Representa a las primeras haciendas en torno a Carmona, en las terrazas del Guadalquivir, del siglo XVII, características de la arquitectura vernácula rural olivarera. Explotación de olivar de verdeo y residencial, con un único patio y de menor dimensión y monumentalidad que las de siglos posteriores, nos acerca al sentido primigenio de estas arquitecturas y a los primeros desarrollos de la eleotecnia moderna al mantener en excepcional estado de conservación el molino de viga original con todos sus componentes.

Hacienda de Tavera (Carmona, Sevilla).
Hacienda de Tavera (Carmona, Sevilla)¡2

Hacienda Los Molinos de Maestre (Dos Hermanas, Sevilla)


Máxima expresión de lashaciendas de laexpansión olivarera de finales del siglo XVII de sobresaliente arquitectura atribuida a Diego de Figueroa, con un tipo arquitectónico singular de dos patios yuxtapuestos. Vinculada desde su creación al comercio americano siendo una de las factorías aceiteras de mayor escala en la Baja Andalucía del periodo ilustrado; arquetípica muestra de la arquitectura culta que se asocia a estas construcciones de olivar de multifuncional papel agrario y residencial, además de expresión del poderío económico olivarero. Rehabilitada magistralmente, fue reconocida con el premio Europa Nostra en 2010. Combina la explotación olivarera con los usos terciarios vinculados a grandes celebraciones.

Hacienda Los Molinos de Maestre (Dos Hermanas, Sevilla)

Hacienda de San Ignacio de Torrequemada (Gelves, Sevilla)


Como tantas otras del Aljarafe sevillano, tiene antecedentes y dilatada relación con el olivar desde época romana, e intensa relación con América en los siglos XVII y XVIII, por el flujo comercial y su vinculación a la Orden de Jesús. Organizada en una secuencia de dos patios y huerto jardín trasero con árboles ornamentales americanos, cuenta con capilla, señorío e incluso lagar y bodega, además del molino de aceite y unas 200 has de olivar de verdeo. Es una muestra destacada de esta arquitectura vernácula andaluza junto con las influencias artísticas urbanas de la clasicidad tardía sevillana con motivos iconográficos que responden a la relación de la orden jesuita con Chile.

Hacienda de San Ignacio de Torrequemada (Gelves, Sevilla)

Hacienda La Soledad (Alcalá de Guadaíra, Sevilla)


Situada en las suaves ondulaciones de los Alcores sevillanos, y antecedentes medievales, también vinculada a la orden de Jesús y a América durante el siglo XVIII, su momento de mayor esplendor como una de las haciendas más monumentales y complejas de Andalucía. Una sucesión de patios y volúmenes organizados en el eje longitudinal y transversal a partir de su magistral racionalidad ilustrada y compleja y rica elaboración arquitectónica del señorío y del molino, con todos los elementos característicos: patio del señorío en el que se encuentra la fuente, torre mirador y acceso a la capilla desde su delicada galería de arcos de medio punto. Explotación olivarera y usos terciarios vinculados a celebraciones.

Hacienda La Soledad (Alcalá de Guadaíra, Sevilla).

Hacienda La Buzona (Carmona, Sevilla)


Muy próxima a la hacienda de Tavera y el entorno de Carmona, donde llegaron a concentrarse más de 150 haciendas en su amplia campiña, se encuentra esta hacienda mediana asociada al periodo colonial americano del siglo XVIII donde adquirió su configuración actual y destaca con respecto a las de su entorno por su buen estado de conservación y su organización tipológica, genuina y más compleja. Con un único patio, capilla y otras piezas agropecuarias destacan las pequeñas torres que componen los diferentes volúmenes y escalas. Junto al huerto–jardín conserva una noria labrada en mampostería rústica para el riego, elementos de indudable interés etnológico, y otros de elevado valor artístico, como el escudo, los retablos y canterías. Conserva su uso de explotación olivarera y residencial.

Hacienda La Buzona (Carmona, Sevilla)

Hacienda Guzmán (La Rinconada, Sevilla)


Muestra ejemplar del esplendor olivarero del siglo XIX, plasmado por el viajero Richard Ford en un dibujo y reseña en su libro Manual de Viajeros por Andalucía como paradigma de la monumentalidad de la hacienda en el paisaje sevillano, muestra también de la historia de la elaiotecnia preindustrial con su gran molino de viga histórico conservado.Responde al esquema de tres patios de diferentes funciones y tamaños. El acceso se produce por una imponente portada con espadaña al patio centraldel señorío, un cuerpo continuo flanqueado por dos miradores hacia el jardín trasero y paisajes olivareros de la vega sevillana. Explotación íntegramente olivarera, la hacienda mantiene su actividad como fundación cultural, centro de oleo turismo y almazara de aceite de alta calidad.

Hacienda Guzmán (La Rinconada, Sevilla).

Hacienda Faín (Arcos de la Frontera. Cádiz)


Hacienda olivarera del siglo XVIII, en el entorno de la ruta de los pueblos blancos de la Sierra de Cádiz, que representa la versión gaditana de las haciendas del Bajo Guadalquivir, situada sobre una pequeña meseta de la campiña, con un único patio en torno al que se vuelcan su señorío y el resto de las estancias, tiene una historia dilatada que se remonta a una alquería árabe aunque fue el molino más importante de su entorno en el siglo XVIII con la Compañía de Jesús y américa, ha sabido transformarse a las vicisitudes históricas incorporando desde el siglo XIX la viña al histórico papel del olivar, manteniendo en muy buen estado sus los elementos esenciales de su arquitectura y recuperando el molino de la primera industrialización de principios del siglo XX habilitado como espacio interpretativo. Explotación olivarera y cerealística con algunas edificaciones en su entorno próximo destinadas a usos agropecuarios.

Hacienda Faín (Arcos de la Frontera. Cádiz)
Hacienda Faín (Arcos de la Frontera. Cádiz)2

Hacienda o Cortijo de Jara (Jerez de la Frontera, Cádiz)


Hacienda cortijo quemuestra la hibridez y versatilidad de la arquitectura rural del olivar en el Bajo Guadalquivir, con una historia que se remonta a la época romana y posterior explotación árabe del entorno de Jerez de la Frontera, dentro de la trilogía mediterránea que mantiene hoy con la elaboración de aceites y vinos de la más alta calidad. Se articula en tono a un pequeño patio de labor donde se vuelcan las estancias productivas asociadas a su multifuncionalidad y una pequeña vivienda, con sencillos cuerpos encalados de amplias cubiertas que se funden con el paisaje campiñés de olivar y cereal. Explotación: Olivarera y cerealística y edificaciones destinadas a usos agropecuarios.

Hacienda o Cortijo de Jara (Jerez de la Frontera, Cádiz)